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nuestro poderoso archivo, rico en preciosos manuscritos y raros volúmenes
acumulados durante decenios de vida operosa gracias a la pasión
invencible de nuestros investigadores, se hallan centenares de millares
de perfiles de innumerables linajes de clase popular, burguesa, notable
y nobiliaria, de los que recorremos a diario la vida, unidos por un vínculo
espiritual y a un mundo ya desaparecido.
La investigación histórica, denominada Historia,
dirigida por el Consejo Heráldico Italiano – Instituto Marqués
Vittorio Spreti es subsidiaria a la genealogía porque se dedica
a identificar, más que la línea de sangre, los orígenes
de una familia, retrocediendo varios siglos atrás y descubriendo
vicisitudes en ciertos casos ya no familiares sino del linaje, que es
el conjunto de un determinado grupo de familias de la misma estirpe. Obviamente
dicha investigación no garantiza parentelas entre apellidos homónimos;
a veces también cuenta con el escudo de armas.
Conocer la verdad a toda costa y con cualquier medio es la principal
aspiración del hombre: la historia es la verdad del pasado y si
existe un método divinatorio capaz de desvelar los secretos del
futuro que tenga una base científica, éste consiste en un
examen meticuloso del pasado. Circunstancias análogas tienen que
favorecer la verificación de fenómenos análogos.
Bajo este aspecto la crítica histórica adquiere un valor
positivo.
Por tanto no hay nada más natural que el historiógrafo
sea un estudioso en busca de la verdad. En muchos casos es un sostenedor
que siempre, por índole y constitución moral, se revela
un predestinado.
En el transcurso de la historia se encierra el mismo futuro; si existe
un método divinatorio capaz de desvelar los secretos del futuro
y que tenga una base científica, éste está en el
examen meticuloso del pasado y es bajo este aspecto que la crítica
histórica de una genealogía sencilla adquiere un valor positivo
y una herencia que transmitir.
Por lo tanto toda la actividad profesional y científica de esta
rama del Instituto persigue el propósito exclusivo de ser útil
a la causa de la reconstrucción y del reconocimiento de la historia
general de los linajes italianos, de los pueblos, de las ciudades. (Historia
Municipal), etc., contribuyendo indirectamente en el descubrimiento de
la historia de nuestra patria.
Una cosa es cierta: nosotros no tenemos una ocupación sino que,
en nombre de esa verdad tan anhelada, llevamos a cabo una auténtica
misión, en nombre de la historia, maestra soberana de los pueblos
en el largo curso de las instituciones civiles, políticas y religiosas
de la Península.
De hecho es un derecho de todos buscar en los siglos transcurridos huellas
de algo que siempre se ha pensado haber sido o haber poseído y
es un derecho de cada uno perseguir la finalidad de descubrir esa parte
de historia que le pertenece y que, mediante la consulta con método
científico de archivos públicos y privados, pueda por fin
devolvérsele.
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