La heráldica militar se basa en la heráldica
propiamente dicha de la que toma la mayor parte de las reglas y simbologías.
Estudiar la heráldica militar quiere decir conocer y apreciar
las características de un blasón perteneciente a un ente
o a una sección valorando las principales glorias militares y los
elementos que lo caracterizan mejor.
Un blasón militar cuanto más simple es más valor
tiene (según el proverbio heráldico quien más
tiene menos tiene); de hecho un escudo exageradamente rico en divisiones
y figuras, aunque a primera vista pueda resultar cautivador en una orgía
de colores y formas, sin duda no se prestará a una interpretación
fácil, presentando siempre, con las debidas excepciones, errores
a menudo notables.
El blasón heráldico está compuesto por escudo, corona
torreada y adornos.
Por lo que respecta a los elementos principales que deben introducirse
se da un mayor relieve a las campañas de guerra en las que ha participado
la sección distinguiéndose de forma particular e indicando
recompensas: la parte superior de oro blasona los blasones de las secciones
condecoradas con la medalla de oro al valor militar.
Para blasonar una localidad que a menudo señala un vínculo
territorial con la sección, se recurre a la costumbre heráldica
de transferir en un cuarto del escudo de armas el arma del municipio o
de la provincia interesados.
Por lo que respecta al significado de los colores en la heráldica
militar, el azul es sinónimo de valor militar y el rojo representa
el sacrificio supremo.
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